“Cuentos traidores”: La traición del cuento

La noche de ayer jueves, 30 de junio de 2011 fue reservada para asistir a la presentación del libro Cuentos traidores por la escritora Rubis Camacho. En compañía de un amigo, quien disfruta de este tipo de evento, me presenté al Museo de la Historia de Ponce a las 7:30 pm. La terraza reservada para la actividad lucía bastante vacía contando con que ya era la hora en que se había citado al público en los diferentes medios. Entro, me acerco al podio donde ubicaba un libro bastante grande para las firmas del público, firmo y ninguna persona -ya sea ujier, escritora o familiar involucrado en la organización del evento- me dio la bienvenida al lugar.

De inmediato me sentí incómoda y preferí ver el espectáculo desde el portón del museo; en la media hora que observé desde afuera, entró un chico que igualmente firmó la lista y nuevamente nadie lo recibió.

Cuarenta minutos después de la hora pautada deciden comenzar las casi 10 personas que asistieron. Sigo afuera con mi amigo, el chico del que les conté se sentó próximo al círculo que hicieron para sentirme en familia, supongo, pero se sentó en unas escaleras habiendo sillas de más. Tuvieron que pasar alrededor de cinco minutos para que alguien del grupo se percatara de la presencia del joven y lo invitara a sentarse junto a ellos.

Mientras todo esto ocurría, pensaba y le comentaba a mi amigo la encrucijada en la que me sentía: si entraba y me sentaba yo no tendría cara para retirarme de la actividad por respeto a la escritora y a los invitados; por otro lado, pensé en la frustración que se puede tener al ver que una actividad a la que se le pone empeño, ya sea mucho o poco, no sea tan exitosa como se esperaba.

El motivo por el que escribo esta nota es simple. Yo no soy la que quiere vender un libro, yo soy un medio que puedo darle foro a personas y eventos para aportar al éxito que puedan alcanzar. Bien pudiera estar escribiendo algo totalmente diferente hoy, pero no, no me dio la gana de quedarme. Los seres humanos se respetan y el chico que sacó de su tiempo para apoyar el talento local al igual que mi amigo y yo fuimos excluidos.

Tengo este espacio para expresarme y reflexionar, por lo que me cuestiono desde el lado de mercadeo, por qué esta señora no delineó mejor estrategia para hacer vender su libro. Considero que sé de lo que hablo, no ha sido la primera presentación de libro a la que asisto. Puedo mencionar la más reciente: Las ciudades de Lucía de Beatríz Navia, también Los días con mi padre de Gilberto Concepción Suárez y otras tantas realizadas en la Universidad de Puerto Rico. Sé de primera mano que bien se puede ofrecer de agradecimiento tanto “sandwichitos” de mezcla y Coca Cola como un buen vino y entremeses de “catering”.

Espero que para una próxima presentación de alguna publicación haya mejor plan de desarrollo y mejor trato para quienes deciden disfrutar del arte y el talento del patio por parte de los organizadores de la actividad, y que sirva de ejemplo para quienes planifican realizar eventos de esta naturaleza. Por mi parte, seguiré apoyando mi Sur y dándole foro a las actividades locales.

Marangeli Estrada Torres